Tenemos que cuidar mucho nuestras posturas en el trabajo y la ergonomía. Pasamos la mayor parte del tiempo en el trabajo. La mayoría de puestos de trabajos fueron diseñados antes que la ergonomía, la ciencia que estudia el trabajo en relación con el ambiente donde se realiza, tuviera la importancia que han demostrado distintos estudios para mejorar la salud y la calidad de vida del trabajador en su puesto laboral.

Una buena postura en el trabajo es fundamental para poder para evitar los trastornos musculoesqueléticos producidos por el trabajo. ¿Cómo sabemos cuál es una buena postura? Es aquella que es cómoda, donde las articulaciones están alineadas de forma natural, la postura corporal neutra. Trabajar con un postura neutra reduce la tensión de los músculos y las articulaciones reduciendo el índice de trastornos al trabajador. Las posturas extrañas son aquellas donde las partes del cuerpo no se encuentran en posición natural y suelen aumentar el riesgo de alguna lesión.

No es lo mismo trabajar sentado delante de un ordenador que pasarse ocho horas de pie. Las malas posturas, pues, varían según el tipo de trabajo que realizamos. Un correcto estudio ergonómico del puesto laboral es j de la empresa. Habilitar y conciliar el espacio físico donde trabajamos evitar lesiones, bajas médicas y mejorar la producción.

Aplicar principios de ergonomía en el momento de diseñar los procesos de producción es un valor empresarial seguro. Es importante incluir o consultar a especialistas en ergonomía en los planes de diseño de los puestos de trabajo. También es fundamental consultar al trabajador cuando se diseña su espacio laboral.

La postura ideal en trabajo cuando pasamos un largo período de tiempo sentados, es aquella que nos permite mantener la espalda recta, una correcta distancia entre el ordenador y el campo de visión, las rodillas y los pies en una correcta posición. La mayoría de lesiones de hernias discales son el resultado de la presión que ejercemos en la columna cuando estamos sentados pero, sobre todo, cuando estamos sentados incorrectamente. Es recomendable que las personas que pasan la mayor parte de su tiempo , sentados en la oficina, realicen ejercicios para destensar los músculos y evitar contracturas musculares. Si eres un mortal en el Imperio de los sentados, busca el tiempo para compensar la carga que sostiene la columna y camina, corre, salta o pisa el gimnasio dos o tres veces por semana.

Si por el contrario, nuestra postura habitual en el trabajo es estar de pie (tiendas, cadenas de producción en fábricas, comerciales, deberemos tener en cuenta otro tipo de precauciones para evitar lesiones y malas posturas. Estar de pie es una postura humana natural y por si misma no representa un riego específico para nuestra salud. Sin embargo trabajar de pie puede provocar dolor en los pies, hinchazón en las piernas, varices, fatiga muscular general, dolor en la zona lumbar y rigidez en el cuello y los hombros. Es recomendable alternar la postura, utilizar un reposapiés, adatar el mostrador a la altura adecuada.

En definitva, corregir las malas posturas en el trabajo, también es responsabilidad nuestra. El riesgo postural es nuestro peor enemigo. Debemos conocerle para aprender a vivir sin él.

Foto de kelp en Flickr Creative Commons.