¿Somos conscientes de lo importante que es cuidad la nutrición en el trabajo? Pasamos la mayor parte de nuestro día a día en el trabajo, Las oficinas se han convertido en nuestra segunda casa. Según el horario laboral, tres de las cinco comidas que deberíamos ingerir diariamente, para llevar una alimentación saludable, las tomamos en nuestro lugar de trabajo.

Una de las primeras reglas necesarias para mejorar nuestra nutrición en el trabajo es tomar un tentempié o comer alejados de la mesa de trabajo, Poder desconectar durante un espacio de tiempo de nuestras obligaciones, nos ayudará a digerir mejor los alimentos que tomemos.

Normalmente, las empresa, ponen a disposición de sus trabajadores, una sala de distensión. Una nevera para conservar adecuadamente los alimentos, un microondas y una cafetera suelen ser los elementos básicos de éstos espacios. Suelen tener, también las mesas y las sillas necesarias para el personal que trabaja en la empresa.

Comer fuera de casa puede provocar en nuestro organismo un cierto descontrol y estrés que repercute directamente en nuestra salud. Comer bien en la oficina es cuestión de voluntad y organización. La complicidad con el “tupper” se le supone, sin él estamos perdidos. Comer bien fuera de casa es posible y debemos intentarlo. También controlar las comidas entre horas; debemos huir de los snacks, de los dulces y las tentadoras galletas. Demos aliarnos con las frutas, los frutos secos, la botella de agua y no abusar del café y del té

La opción de comer fuera de casa como en casa, nos permitirá mantener de forma constante una dieta equilibrada y saludable. Y si nos queda tiempo, aprovechemos para pasear fuera de la oficina después de comer.

Pero a veces, la dinámica del día no nos permite preparar la comida del día siguiente. Aunque tengamos buenos propósitos, surgen imprevistos y debemos saber adaptarnos a ellos. Si debemos comer fuera de la oficina debemos vigilar lo que pedimos; optar por la ensaladas y las cremas de verduras, arroz blanco o verduras a la plancha, carnes blancas y pescados a la plancha son una apuesta segura para controlar hábitos saludables. Abandonemos el pan y las salsas que nos cargan de calorías, innecesarias. Podemos también prescindir de la copa vino y el postre. Los acompañamientos de carnes y pescados que sean verdes, verduras sin dudarlo. Deberíamos prescindir de empanados, gratinados y fritos; se suelen freir con demo demasiado aceite y de poca calidad.

Y por último, ingerir raciones pequeñas, acostumbrarnos a comer cinco veces al día, como si estuviéramos en casa. Hidratarnos bien, picar sano y andar antes y después del trabajo, pequeños trucos para no abandonarnos a la sin razón de un dieta desordenada.

 

Foto de Joshua Rappeneker en Flickr Creative Commons.